A todos nos ha pasado que en el fondo de la nevera hemos encontrado un yogur caducado. ¿Qué hacéis en estos casos? Hay gente que no se lo comerá por miedo a ponerse malo y otros no tendrán ningún reparo. Pero ¿cuál es la opción más sensata? ¿la fecha de caducidad es orientativa o hay que seguirla a rajatabla? En Visto en el Súper os damos todas las claves.
Fecha de caducidad o consumo preferente
Según la OCU una tercera parte de todos los alimentos del mundo se desperdician y acaban en la basura. Son unos datos escalofriantes, teniendo en cuenta la cantidad de gente que pasa hambre en el mundo. Para frenar esta tendencia, el gobierno español decidió en 2014 eliminar la fecha de caducidad en diversos productos, entre ellos el yogur. Ahora para saber cuando comernos o no un yogur caducado tendremos que conocer su consumo preferente.
La diferencia entre fecha de caducidad y consumo preferente está en la calidad del producto. Un yogur caducado no se puede comer, porque en principio es un peligro para nuestra salud, mientras un yogur con consumo preferente quiere decir que a partir de esa fecha pierde calidad. Por tanto la decisión de comerse o no un yogur que ha pasado su fecha preferente será nuestra. Si vemos que está bien, no habrá problema, pero debemos conocer cuando se ha puesto malo de verdad.
Señales para conocer cuándo comerse o no un yogur caducado
El yogur se elabora a partir de leche pasteurizada, que después de ser fermentada se convierte en un producto ácido. Su composición hace más difícil el crecimiento de microorganismos pero al largo de los días sus condiciones de conservación empiezan a alterarse. Además hay ocasiones que el yogur pierde calidad por factores externos. Veamos algunos ejemplos de cuando no hay que comerse un yogur, esté o no esté caducado:
- Se ha roto la cadena del frío. Es decir, en algún momento, el yogur ha pasado mucho tiempo fuera de la nevera y ya no es recomendable volver a ponerlo en frío.
- El envase no está bien cerrado. Por tanto, no sabemos si el yogur está en condiciones porque puede haber entrado polvo, partículas nocivas, etc.
- El yogur tiene un olor fuerte o está muy ácido. En estos casos hay que tener claro que es un yogur caducado. Ha perdido su calidad y por tanto ha empezado el proceso de descomposición, de ahí su olor fuerte y un gusto muy ácido.
Consumo responsable para evitar la fecha límite
Como hemos visto, un yogur que ha pasado su fecha preferente pierde calidad pero no es un peligro para nuestra salud. El yogur estará más seco y perderá su aroma y sabor, pero nos lo podemos comer sin problema. Tenemos 28 días de media para comernos ese yogur que está en la nevera. Si aprendemos a organizarnos y a comprar de manera responsable no tendríamos que preocuparnos si es seguro comerse un yogur caducado. Medidas como hacer la lista de la compra, tener organizada la nevera para ver claramente lo que tenemos en ella, o no comprar de manera compulsiva, nos puede ayudar a no derrochar comida. Si no le ponemos remedio acabaremos gastando más dinero y parte de la compra acabará dentro del cubo de la basura. Nuestra economía y nuestro planeta nos agradecerán ese pequeño gesto.