Las hierbas aromáticas son un gran aliado para nuestra alimentación. Son saludables y nos ayudan a reducir el uso de la sal en nuestra dieta. Muchas veces usamos las hierbas aromáticas como decoración cuando en verdad tienen mucho más beneficios como alimento. Además se pueden cultivar hierbas aromáticas en casa, veamos cómo hacerlo correctamente.
Cultivar hierbas aromáticas: interior o exterior
Para cultivar hierbas aromáticas tenemos que conocer la planta que hemos escogido. Por ejemplo, la albahaca es sensible a las corrientes de aire y otras no deben estar cerca de fuentes de calor, como una estufa. El orégano, el cebollino y el tomillo, por ejemplo, pueden permanecer fuera. Todas las plantas aromáticas tienen en común que necesitan mucha luz, aunque algunas será de manera indirecta y otras en el exterior.
La cantidad de agua es vital para su bienestar
Conocer que cantidad de agua necesitara tu planta es vital para su supervivencia. Los expertos en cultivar hierbas aromáticas lo tienen claro: es muy fácil ahogar las hierbas, porque no necesitan mucho agua. Una regla general es que cuanto más pequeña son las hojas, menos agua necesitará.
Un buen truco es poner agua debajo de la maceta y dejar que la planta beba sólo durante cinco minutos. Pasado ese tiempo vierte el agua que sobra y tendrás la certeza que no has puesto más agua de la necesaria. Otra cosa que hay que tener presente es que nunca hay que tirar agua directamente en la maceta o en la planta.
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El mantenimiento es clave después de plantar las hierbas aromáticas
De la misma manera que las plantas de jardín para cultivar hierbas aromáticas hay que tener claro que se tendrán que replantar. La planta irá creciendo y si no tiene espacio acabará muriendo. Por tanto es importante cuando vayas a utilizarlas arrancar el tallo entero en lugar de cortarlas. De esa manera harás más espacio para los pequeños tallos que van creciendo. Las hierbas como el tomillo y la menta son perennes y por tanto pueden florecer durante varios años seguidos. Así que deben tener una maceta grande o con el tiempo tendréis que replantarlas. Otras hierbas como el cebollino puede permanecer fuera, con lo que se puede poner en una maceta bien grande o directamente en la tierra.
Curiosidades y consejos
- Las hierbas de hoja fina, como la albahaca no les gusta el viento ni las corrientes de aire. Por tanto lo mejor es sacarlas al exterior en verano y en un lugar resguardado.
- El orégano, la menta y el tomillo son plantas perennes y si las dejas florecer, atraen a las mariposas y a las abejas, lo que es muy importante para el ecosistema.
- El perejil tiene un uso muy común como decoración pero se puede utilizar como alimento, como batidos o purés. Siempre que sea posible es mejor utilizar las hojas crudas o ligeramente cocidas, ya que sino pierden su característico aroma.
- Las hierbas aromáticas se pueden congelar. También pueden tener una vida útil más larga si las dejamos secar. Quita los tallos y cuélgalas boca abajo para que se sequen.
- El orégano y el tomillo viven en suelos pobres en nutrientes y de hecho crecen silvestres en algunos lugares.
- A la hora de cocinar, las hierbas secas se usan en cantidades más pequeñas que las frescas y estas normalmente se agregan al final de la cocción.
Con estos consejos podéis ver qué cultivar hierbas aromáticas es toda una experiencia. Conocer bien la planta que vais a plantar y hacerle un mantenimiento adecuado es vital para tener un alimento más en nuestra cocina.