En los últimos años se ha visualizado mucho las alergias e intolerancias alimentarias. La medicina ha avanzado mucho en este aspecto y ahora mucha gente que antes se la tachaba de delicada se le puede diagnosticar correctamente. Celíacos, intolerantes a la fructuosa, a la lactosa, los frutos secos… existen muchos variantes pero todas ellas tienen en común que hacen más difícil el día a día de quién lo padece. A continuación vamos a conocer mejor las alergias e intolerancias alimentarias más comunes.
Diferencias entre alergias e intolerancias alimentarias
Los síntomas de una alergia o una intolerancia pueden ser parecidos pero es importante conocer las diferencias para prevenir problemas mayores.
La alergia se produce cuando el organismo detecta una sustancia que identifica como una amenaza y empieza a defenderse de ella. La reacción es rápida, poco después de ingerir lo que causa la alergia y puede aparecer como una inflamación, rojeces, erupciones e incluso problemas respiratorios.
La intolerancia se produce cuando el organismo no procesa bien el alimento, lo que puede causar problemas digestivos, dermatológicos, neurológicos, problemas de peso, etc. Aunque es molesto y puede impedir llevar una vida normal, no es tan peligroso como una alergia.
Otras de las diferencias entre alergias e intolerancias alimentarias es la rapidez del diagnóstico. Cuando es una alergia, se reconoce claramente que hay un problema alimentario, aunque se tarde un poco en encontrar lo que la provoca. En cambio la intolerancia puede estar presente durante años y el afectado no ser consciente del problema que tiene porque no sabe reconocerlo como tal.
Alergias e intolerancias más comunes
Aunque existen alergias e intolerancias alimentarias de todo tipo, hay algunas que son muy comunes. La Unión Europea tiene una lista con 14 alérgenos que deben aparecer en las etiquetas tanto de alimentos envasados como no envasados.
- Los cereales que contengan gluten: trigo, centeno, cebada, avena, espelta, Kamut y variedades
- Crustáceos y productos a base de crustáceos
- Huevos y productos a base de huevo
- Pescado y productos a base de pescado
- Soja y productos a base de soja
- Leche y derivados (incluida la lactosa)
- Frutos de cáscara (almendras, avellanas, nueces, anacardos, etc)
- Apio y productos derivados
- Mostaza y productos derivados
- Granos de sésamos y derivados
- Dióxido de azufre y sulfitos en concentraciones superiores a 10mg/kg
- Altramuces y productos a base de altramuces
- Cacahuetes y productos a base de cacahuetes
- Moluscos y productos a base de moluscos.
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Estos productos ejemplifican las alergias e intolerancias alimentarias más comunes:
Alergia al huevo: Suele ocurrir en la infancia y alrededor del 70% de los niños se termina curando.
Alergia a la leche: Suele ocurrir en niños y tiende a desaparecer con los años. Si la alergia persiste la única solución es substituir la leche y sus derivados por productos como la leche de soja, de almendras, arroz…
Alergia al marisco y al pescado: el marisco es más común en adultos y en el pescado hay más alergias e intolerancias al blanco que al azul.
Alergia a frutos secos, legumbres y cereales: Esta alergia es una de las más comunes y de las que más podemos encontrar en todos los productos. Muchos alimentos utilizan frutos secos para su conservación, lo que es un problema para los alérgicos. En los cereales la prevalencia es baja y suele desaparecer con los años.
Alergia a verduras y frutas: la fruta más común es el melocotón. En las verduras son las hortalizas, como la lechuga, el tomate…
Intolerancia al gluten: Es una de las intolerancias que más se ha dado a conocer en los últimos años. La gente que lo padece tiene problemas intestinales frecuentes y molestos hasta que no encuentran su problema. Como ya sabéis, en los supermercados es cada vez más común encontrar alimentos sin gluten.
Intolerancia a la lactosa: Es quizás la más conocida de todas. La lactosa es un azúcar presente en la leche de mamífero y los intolerantes no pueden digerir correctamente la lactasa. Cuando llega al intestino grueso este se resiente y provoca dolores, hinchazón abdominal, etc.
Intolerancia a la fructuosa: Lo que causa la intolerancia es el azúcar que se encuentra de manera natural en frutas y verduras. Los síntomas también son intestinales, con hinchazón, malestar, diarrea… la fructuosa todavía es difícil de diagnosticar porque el paciente no sabe que existe la posibilidad que tenga ese problema. Además es un proceso lento, ya que hay que ir probando que frutas y verduras toleras y cuáles hay que eliminar de la dieta.
Como podéis ver, las alergias e intolerancias alimentarias son muy variadas aunque hay algunas más comunes y otras que poco a poco vamos conociendo mejor. Si tenéis dudas con algún alimento o tenéis síntomas compatibles con una alergia o intolerancia no dudéis consultar a vuestro médico. Con paciencia y un buen tratamiento, los síntomas desaparecerán y tendréis una dieta acorde a vuestro organismo.